Las damas de blanco culminaron este domingo una semana de movilizaciones con el fin de la excarcelación de los presos políticos cubanos. La marcha tuvo lugar hasta la sede del Parlamento y, como en días anteriores, las autoridades permitieron que se desarrollara con normalidad; no hubo ni violencia ni incidentes, aunque si estuvieron presentes insultos por parte de ciudadanos partidarios al régimen castrista.
Esta vez fue media centena de mujeres, madres y familiares del grupo de los 75 condenados por conspirar con EEUU en 2003, de los cuales 53 permanecen en prisión. Como cada domingo desde hace 7 años, las mujeres asistieron a su ritual; misa, caminata por las calles, acto de repudio espontáneo del pueblo indignado, cordón policial para proteger a las mujeres opositoras y todo organizado a la perfección.
Y es que lo de esta semana fue un acontecimiento sin precedentes: siete días consecutivos de protestas opositoras en la capital vigiladas pero toleradas. Así mismo fue llamativa la reacción de la gente: la mayoría de los transeúntes y vecinos ni se sumó a los actos de repudio ni a las Damas.
Las Damas de Blanco, aseguraron que el grupo seguirá con su rutina, asistiendo a misa cada domingo y demandando la excarcelación de sus familiares. Por otra parte, un grupo de intelectuales y políticos simpatizantes con el régimen cubano y encabezado por Evo Morales ha suscrito un llamamiento titulado En defensa de Cuba, que denuncia que "el acoso económico y mediático a que está siendo sometida constituye un atentado contra los derechos humanos y políticos de un pueblo que decidió hacer un camino diferente".
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